EFE

Los sindicatos franceses van a mantener su acción para reclamar la anulación de la reforma de las pensiones, siguiendo con la protesta que protagonizan desde enero, y aunque están dispuestos a acudir al diálogo al que les va a convocar el Gobierno, lo harán con condiciones.

Este es el mensaje, con matices importantes, de los principales líderes sindicales en víspera de la décimo tercera jornada de movilización unitaria que han convocado este 1 de mayo contra esa reforma de pensiones que retrasará la edad mínima de jubilación de los 62 años actualmente a 64.

«Por supuesto que vamos a ir a discutir», señaló este domingo el secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT, primera central del país), Laurent Berger, cuando se le preguntó en una entrevista radiotelevisada por LCI sobre la esperada convocatoria que les va a lanzar en los próximos días la primera ministra, Élisabet Borne.

Berger señaló que «iremos a discutir porque ése es el papel de los sindicalistas», pero puntualizó que lo harán sobre la base de un método que les implique en la toma de decisiones y sobre los temas que consideran que tienen interés para los trabajadores.

Insistió en que sigue sin aceptar el retraso de la edad de jubilación de la reforma «y no la aceptaré nunca, pero miro la realidad de frente».

Eso significa que las formas de movilización van a evolucionar, por ejemplo, dando apoyo a los parlamentarios de oposición que quieren que prospere una ley para anular la reforma, o con fórmulas que se van a negociar entre todos los sindicatos el martes.