
Por Ezequiel Sosa
Santiago, R.D. – La historia del baloncesto dominicano no puede escribirse sin destacar de manera firme y objetiva la gestión de Rafael Uribe, quien ha marcado un antes y un después en la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL), siendo considerado por amplios sectores deportivos como el mejor presidente en la historia de la institución.
Durante su mandato, el baloncesto nacional experimentó un crecimiento integral y sostenido, abarcando todas las categorías, desde el minibasket hasta las selecciones superiores. Uribe impulsó programas de desarrollo en la base, fortaleció las asociaciones provinciales y amplió la participación nacional, llevando el baloncesto a cada rincón del país.
En el plano competitivo, los resultados fueron históricos. Bajo su liderazgo, la República Dominicana logró clasificaciones inéditas y presencias consecutivas en Mundiales FIBA, además de una destacada participación en los Juegos Olímpicos, elevando el prestigio del país en el escenario internacional. Asimismo, el país alcanzó mejores posiciones en torneos continentales como la AmeriCup y en los procesos clasificatorios FIBA.
A nivel institucional, Rafael Uribe transformó a FEDOMBAL en una federación más organizada, estable y respetada, fortaleciendo sus relaciones con FIBA y otros organismos internacionales. Su gestión se caracterizó por una administración más eficiente, mayor credibilidad ante patrocinadores y una visión clara de desarrollo a largo plazo.
Es oportuno señalar que, pese a que quien suscribe pudo haber tenido en determinados momentos diferencias de ideas y criterios con el señor Rafael Uribe, dichas diferencias nunca impiden reconocer con responsabilidad y madurez que su gestión al frente de FEDOMBAL es positiva, productiva y altamente fructífera para el baloncesto dominicano.
La objetividad obliga a valorar los resultados por encima de cualquier apreciación personal.
Otro aspecto fundamental de su legado fue el respaldo permanente al baloncesto local, apoyando torneos superiores, intermunicipales, distritales y programas de capacitación para entrenadores, árbitros y dirigentes, contribuyendo al fortalecimiento técnico y organizativo del baloncesto dominicano.
Más allá de los logros deportivos, Rafael Uribe deja como herencia una FEDOMBAL sólida, estructurada y con proyección internacional, sentando las bases para el crecimiento futuro de este deporte en la República Dominicana.
Por estas razones, su gestión trasciende los resultados inmediatos y se consolida como la más influyente y exitosa en la historia de FEDOMBAL, dejando una huella imborrable en el baloncesto nacional.
