Un legado que no muere. El negocio tiene 66 años en manos de la familia del presidente Luis Abinader y está ubicado en una zona comercial de un barrio que lleva el mismo nombre

Casi 70 años de historia se concentran en la intersección de las avenidas 39 y 103 de Corona, Queens, donde se levanta Corona Bros Hardware, un negocio familiar convertido en emblema de trabajo, sacrificio, honradez, servicio comunitario y visión. Es, además, parte esencial del legado de la familia materna del presidente Luis Abinader, en la ciudad que alberga el mayor número de migrantes dominicanos del mundo.
Fundada en 1959 por don Rodolfo de Jesús Corona Díaz, abuelo del mandatario, la ferretería nació del impulso de superación que lo llevó a dejar Los Ranchos de Babosico, Sabana Iglesia, en Santiago de los Caballeros, para abrirse paso en Nueva York y asegurar un futuro mejor para sus hijos.
Cuatro de sus nietos —Rudy, Nick, Luis y David— lo recuerdan como un hombre inteligente, con un talento natural para los negocios y para ver oportunidades donde otros solo veían caminos polvorientos. No era académico ni coleccionaba títulos, pero sí acumulaba intuición, disciplina y un profundo sentido de servicio. Ese, dicen, fue su mayor patrimonio.
Don Rodolfo: una herencia que nació en los ranchos
Don Rodolfo llegó a la Gran Manzana en 1950, veintidós años después de que Román Corona —el primero de la familia en emigrar— abriera camino. Viajó acompañado de su hijo menor, Ricardo. Nueve años más tarde abrió Corona Electronic and Appliance Center, tras comprar mediante un banco un edificio donde operaban cuatro negocios, por unos 100,000 dólares.
Vivían cerca del edificio que luego sería suyo. La experiencia de Ricardo trabajando en una ferretería de Queens dio la chispa inicial: lo que comenzó como un empleo que pronto se transformó en la base del proyecto familiar.
«Hay una cosa que incide en el hecho de que papá tuviera una ferretería, como también pudo haber sido un supermercado. Mi padre lo que quería era construir mi futuro. Yo era el único niño en su familia. Él era muy débil conmigo y estricto a la vez, pero la debilidad de él, como padre de un único varón, era yo», recordó Ricardo, tío y padrino del presidente, con la voz entrecortada.
Así nació la Ferretería Corona, levantada no solo con inventarios y herramientas, sino con la convicción de un padre y el deseo de asegurar el porvenir de su hijo.
