
La proliferación de bancas de loterías en calles y avenidas, en barrios y residenciales arrabalizan la ciudad y generan contaminación visual, además de que, en muchos de los casos, violan normas de distancia y reglamentaciones municipales del uso de aceras.
Los diferentes consorcios de ese negocio están por doquier en pequeños y llamativos espacios. Los hay en zonas residenciales y exclusivas, como Piantini, Renacimiento, La Esperilla, Los Prados, La Castellana y en avenidas como la Abraham Lincoln, Winston Churchill, Máximo Gómez, Rómulo Betancourt, José Núñez de Cáceres, Gregorio Luperón, Sarasota y la avenida Independencia, entre otras.
Pero también en sectores de clase media como Gascue, ensanche Espaillat, ensanche Luperón, Evaristo Morales, Ensanche Quisqueya, Los Jardines, ensanche La Fe, María Auxiliadora, Ciudad Colonial, entre otros. Pero el mayor número de esos negocios se instalan en los barrios marginados, como Gualey, Los Guandules, Capotillo, Cristo Rey, Los kilómetros, Los Ríos, Los Praditos y otros del Distrito Nacional.
Cada vez más bancas
Se estima que en el país existen más de 150,000 bancas de loterías y en el Distrito Nacional se concentra una gran cantidad, muchas de las cuales violan normas como distancia entre ellas y los linderos respeto a la parte peatonal. La distancia de construcción respeto a las aceras varía de acuerdo al lugar desde 0.50 metros hasta cuatro metros.
En un recorrido realizado de Diario Libre por avenidas, barrios y zonas residenciales del Distrito Nacional se observó que muchas de las bancas violan la ordenanza 1-2021, que establece un modelo de ciudad compacta, sostenible, resiliente, vivible, emprendedora, equitativa mediante un sistema vial de la ciudad con un enfoque de respeto a los espacios públicos.
El artículo 6 de las normas universales, aplicable en cualquier sector del Distrito Nacional establece que: “La parte pavimentada (de las aceras) será libre de obstáculos e interrupciones, con una superficie de rodadura en concreto, no resbaladiza y de alto albedo. Su acabado de concreto solo será combinando con otros materiales cuando se aplique a señalización horizontal, cuando esté destinada a temas de discapacidad motora o visual, o a indicaciones mayores de tránsito destinadas a proteger al peatón”.
Sin embargo, se comprobó que algunas de las bancas rompen el diseño oficial de las aceras y en su frente colocan mosaicos, algunos resbaladizos para “embellecer” los locales y en otros casos elevan el nivel de las aceras obstruyendo el tránsito peatonal a personas con discapacidad motora que utilizan sillas de ruedas.
