Campos electromagnéticos, tóxicos químicos y geopatías: conoce los puntos claves para preservar tu salud

En los últimos años hemos presenciado una vertiginosa expansión de la tecnología 5G, y como se sabe, el 6G ya asoma por el horizonte. Este nuevo salto tecnológico, que promete revolucionar la conectividad y acelerar la transmisión de datos como nunca antes, se está desplegando con gran rapidez.
Paralelamente, surge un debate sobre sus posibles efectos en la salud pública, especialmente por la exposición constante a campos electromagnéticos de alta frecuencia. Se revelan riesgos ocultos en dormitorios, cocinas y oficinas: radiaciones electromagnéticas, tóxicos químicos, alteraciones del subsuelo… y cómo neutralizarlos.
Pere León, experto en salud del hábitat, lleva más de veinte años investigando cómo los espacios en que vivimos influyen en nuestro bienestar. Ha trabajado en viviendas, oficinas y centros escolares aplicando criterios de bioconstrucción, geobiología y protección frente a contaminantes invisibles como las radiaciones, los campos electromagnéticos y la contaminación química del aire interior.
Afirma que la exposición a campos electromagnéticos generados por dispositivos electrónicos, instalaciones, antenas y líneas de energía, entre otros, está asociada con una variedad de síntomas físicos, que incluyen problemas de piel, sequedad de mucosas, irritabilidad, trastornos del sistema inmunológico y alteraciones cardíacas.
Este especialista ha asesorado a centenares de personas para transformar sus hogares en espacios saludables; ofrece soluciones prácticas para recuperar la salud en el entorno más importante: nuestra casa, como recoge en su libro Venenos Invisibles, una guía para transformar nuestro ambiente desde donde todo empieza: nuestro hogar y nuestro descanso.
