Los fabricantes de automóviles europeos, que ya enfrentan un débil crecimiento económico en casa y una creciente competencia de China, calificaron el jueves el impuesto de importación de Estados Unidos sobre los automóviles como una pesada carga que castigará a los consumidores y a las empresas de ambos lados del Atlántico.
El nuevo impuesto de importación del 25%, anunciado el miércoles por el presidente Donald Trump, «perjudicará, al mismo tiempo, a los fabricantes de automóviles globales y a la fabricación en Estados Unidos«, afirmó la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles en un comunicado.
La líder de la VDA, la asociación de la industria automotriz de Alemania, comentó que los aranceles afectarían a los fabricantes de automóviles y a todas las empresas de la cadena de suministro global, profundamente interconectada, «con consecuencias negativas, sobre todo para los consumidores, incluidos los de América del Norte».
