Un equipo internacional de astrónomos ha descubierto oxígeno en la galaxia más distante que se conoce (bautizada como ‘JADES-GS-z14-0’) , un hallazgo sin precedentes que está motivando que la comunidad científica se replantee la velocidad con la que se formaron las galaxias en el universo primitivo.
La galaxia, descubierta el pasado año, está tan lejos que su luz tardó 13,400 millones de años en llegar hasta la Tierra, lo que significa que se puede ver tal y como era cuando el universo tenía menos de 300 millones de años, aproximadamente el 2 por ciento de su edad actual.
El descubrimiento, que se ha dado a conocer en dos estudios publicados ahora, fue posible gracias al conjunto de telescopios ‘ALMA’ (Atacama Large Millimeter Array) construidos en el desierto chileno de Atacama y del que el Observatorio Europeo Austral (ESO) es socio.
