Las quejas no se limitan solo al mal estado de las calles
La falta de agua potable, el desorden en el tráfico y la inseguridad son otros temas que generan constantes críticas

En Verón-Punta Cana, el descontento ciudadano ha alcanzado niveles críticos. Las calles están en un estado deplorable: baches profundos, grietas que se extienden por metros y un asfalto visiblemente desgastado que apenas soporta el tráfico constante de residentes, turistas y trabajadores.
Esta situación, lejos de ser un problema reciente, ha sido denunciada en múltiples ocasiones por los habitantes de la zona, quienes ven con frustración cómo las autoridades locales y provinciales parecen hacer caso omiso a sus reclamos.



Reacción en las redes
Cada vez que los medios de comunicación locales publican una noticia sobre el deterioro de las calles, el abandono del distrito o la falta de respuestas de las autoridades, las reacciones no se hacen esperar.
En las secciones de comentarios y en redes sociales, los ciudadanos expresan abiertamente su indignación.
Las frases más recurrentes reflejan la desesperanza de una comunidad que se siente ignorada: «Solo les importa Verón en tiempos de elecciones», «¿Dónde están los millones que genera este distrito?», «Los políticos solo vienen a buscar votos y luego desaparecen».
Estas expresiones se repiten una y otra vez, dejando en evidencia que la confianza en la clase política está en su punto más bajo.
Las quejas no se limitan solo al mal estado de las calles. La falta de agua potable, el desorden en el tráfico y la inseguridad son otros temas que generan constantes críticas.
