Trozos de piedras, varillas, vidrios y restos de mercancía de algunos negocios están esparcidos en la zona, donde trabajadores de Obras Públicas colocan una verja de aluzinc alrededor del terreno

Nicole ColladoSanto Domingo, RD13/01/2025 00:00 | Actualizado a 13/01/2025 08:09
Lo que durante muchos años fue una zona poblada, con decenas de negocios dedicados a la venta de comida y aparatos tecnológicos, en el kilómetro 9 de la autopista Duarte, ahora es nada más que un montón de escombros.
Trozos de piedras, varillas, vidrios y restos de mercancía de algunos negocios están esparcidos en la zona, donde trabajadores del Ministerio de Obras Públicas colocan una verja de aluzinc alrededor del terreno, mientras buhoneros buscan por objetos valiosos.
Cientos de vendedores terminaron con sus pertenencias en la calle y algunos perdieron parte de su mercancía.
“No nos avisaron”, fue la frase más resonante cuando el sol ya había salido y los comerciantes ya estaban en el lugar de los hechos reclamando sus puestos de venta, porque las autoridades se presentaron allí la madrugada del domingo.
“Nosotros estábamos en la casa acostados con todos los negocios trancados, entonces cuando nos llama uno que amanece vendiendo, nos dice: ‘corran, corran’”, así fue como Norma Encarnación Beltre, quien lleva alrededor de 30 años de vendedor, describió la situación
Otros afirman que sí le avisaron, que les dieron una prórroga, pero sin días específicos. “Nos rompieron todo porque no tenemos presidente que le duela al dominicano; esto es trabajo de años, de padres de familia”, expresó otra vendedora, quien destacó que tienen un abogado que está manejando el caso, pero “cobra un dinero y dijo que no creamos en eso; cogió su cualto”.
“Esto es increíble, esto es un abuso, esto es un atropello donde se nos han violado todos los derechos, porque estamos en negociaciones, pero ellos nunca tomaron la decisión de sentarse a negociar con nosotros porque la intención de ellos no era más que atropellarnos, tal como lo han hecho”, agregó otro vendedor.
Estos comerciantes dijeron que se han mantenido tranquilos, “sin quemar una goma, sin tirar una piedra, bajo perfil, mirando cómo nos desbaratan los más de 40 años que hemos permanecido en estos terrenos, donde nosotros no somos invasores”.
Agregaron que el Estado les estaba ofreciendo entre 100 y 150,000 pesos para que abandonen el lugar, pero aseguran que no todos recibieron ese dinero.
“Aquí había alrededor de casi 2 mil familias que se mantenían del kilómetro 9 de la autopista Duarte, ahora, ¿a dónde va esa gente? No sabemos. Aquí había 50 y pico de casetas de concreto y había como 60 de tola.
“Estamos desamparados, como un niño cuando su mamá lo deja abandonado en un sitio donde no tiene refugio a donde ir”, dijo Bernandina Reyes, quien llevaba 35 años vendiendo en la zona y ahora no sabe qué hacer.
