Llegó hasta 55.3 % en julio-septiembre 2024
Economistas aseguran que se pueden aplicar medidas sin una reforma fiscal

En este 2025, la República Dominicana continuará con uno de los desafíos más apremiantes para estimular su desarrollo económico: La informalidad, una problemática persistente que impide crear mejores empleos para la población y que las autoridades podrían abordar con medidas a corto y mediano plazo que no dependan de una reforma fiscal, cuyo intento falló en el 2024.
La ocupación informal rondó el 55.3 % al tercer trimestre del año pasado, según los datos más recientes del Banco Central de la República Dominicana (BCRD).
Aunque esta tasa representa una mejoría de 1.4 puntos porcentuales respecto al mismo período del 2023 –cuando se situara en torno al 56.7 %–, sigue por encima de la cantidad de personas que trabajan en la formalidad, cuya proporción fue de 50.5 % entre julio y septiembre del 2024.
«El hecho de que el sector informal avance significa que más trabajadores se encuentran fuera del alcance de la seguridad social, lo que la tipifica como empleos de baja calidad«, explicó a Diario Libre el economista Haivanjoe Ng Cortiñas.
Las estadísticas del BCRD apuntan a que la economía contaba con 2,421,852 empleos formales entre julio y septiembre del año pasado, 50,828 empleos más que los 2,371,024 empleos informales en ese período. Sin embargo, la informalidad incrementa cuando se toma en cuenta que 219,789 personas realizaban servicios domésticos fuera del mercado formal durante este período.
Para Ng Cortiñas, esta realidad constituye un reto para la política presupuestaria del Gobierno, que ya contempla un gasto público geográfico débil en las comunidades pobres, con un gasto social que se redujo hasta 44 % del gasto total, lo que deja a la población más necesitada del país en la exclusión, y los empuja hacia la informalidad.
A esto se suma la reducción del gasto de capital del Presupuesto General del Estado en hasta 12 %, lo que tampoco promueve la creación de empleos formales, señaló.
