El relator de la ONU para los defensores ambientales, Michel Forst, denuncia el «clima de miedo» que se percibe en la COP29 de Bakú, a causa de la vigilancia y la represión sobre las voces críticas que ejerce Azerbaiyán, un país donde en los meses previos a la cumbre «ha habido más de 300 activistas y periodistas detenidos».

Así lo ha manifestado en una entrevista con la Agencia EFE el francés, exdirector de Amnistía Internacional en su país, quien ha destacado el «clima de miedo», que, dice, ha constatado en Bakú en estos momentos, cuando la capital azerí acoge la 29ª cumbre del clima de la ONU.

La «presión» se percibe, incluso, dentro de las instalaciones de la cumbre, dice, dada la excesiva seguridad desplegada, algo que han subrayado también a EFE delegados de países —entre ellos, España—, periodistas y los propios activistas.