Marcos Díaz tuvo que digerir el desayuno del jueves con la nota de Diario Libre que daba cuenta de la muerte de un prospecto por supuesto consumo de esteroides en una academia independiente, una información que, como a miles, le generó indignación e impotencia.
«¿Cuántas muertes más necesitamos? ¿Cuántos niños inválidos? ¿Cuántos adolescentes con problemas renales y del corazón? ¿Qué esperamos para actuar? Es un problema real que creces ante nuestras narices y el que históricamente el Estado ha estado ajeno», reflexionó Díaz, dirigente internacional de la lucha contra el dopaje con paso por la Unesco.
El exnadador de ultradistancia cuestionó que, a pesar de que hay leyes que sirven para regular la industria desde el Ministerio Público hasta el de Deporte y el de Salud Pública, no haya una agenda para regular ni siquiera quién pueda entrenar a niños, ni hacer pruebas de dopaje en las academias y mucho menos un régimen de consecuencias.
Llegó el punto de tomar acciones. Crear una comisión de expertos, es un tema deportivo y de políticas públicas que en nuestro país ha llegado a un problema de salud pública», dijo Díaz, quien aspirara a presidir la Agencia Mundial Antidopaje (WADA).
Desde su punto de vista, urge de manera inmediata desarrollar una agenda, diseñar una hoja de ruta para detener el deterioro que sufre un producto como el béisbol, el que lo define como una marca país.
