La esposa de Donald TrumpMelania, no piensa mudarse del todo a Washington en el que será su segundo periodo como primera dama y ha dado señales de estar dispuesta a romper la tradición con respecto al rol que debería cumplir en la CasaBlanca, informa la CNN.

Para la cadena estadounidense, que cita fuentes cercanas al círculo de Trump, el primer signo de que la nueva primera dama no seguirá la tradición fue que este miércoles no acudiera a la invitación que le cursó Jill, la esposa del presidente saliente, JoeBiden, para tomar el té en la CasaBlanca.

El encuentro de ambas debía producirse de forma paralela al que tuvieron Biden y Trump para formalizar el proceso de transiciónpolítica que concluirá en enero con la toma de posesió