La decisión de Donald Trump de elegir a figuras conocidas por sus duras posiciones para frenar la inmigración y realizar deportaciones ratifica la intención del presidente electo de cumplir una de sus principales promesas de campaña, pero no parece que el equipo la tendrá fácil.
La inmigración ilegal fue un asunto clave para los votantes en las presidenciales de Estados Unidos, y las promesas de Trump de cerrar la frontera y llevar a cabo la mayor deportación de la historia del país parecen haber resonado en las urnas.
Pero concretar estas promesas puede ser complicado, advierten expertos en el área.
- Aaron Reichlin-Melnick, asesor del Consejo Americano de Inmigración, sostiene que con entre 13 y 15 millones de migrantes sin documentos en Estados Unidos (no los 20 millones que Trump cita sin fuentes en sus discursos), hablar de deportaciones masivas «no es realista».
Sería necesario emplear a decenas de miles de funcionarios para atender cientos de centros de detención y tribunales en todo el país, sostuvo el abogado de esta organización sin fines de lucro, lo que tendría un costo extraordinario y tomaría mucho tiempo.
