El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, primado de la Iglesia de Inglaterra, anunció este martes su dimisión entre presiones de los obispos por no haber actuado cuando en 2013 conoció un grave caso de abusos infantiles en el seno de esta comunión.
Welby, líder espiritual de los anglicanos en el mundo, dijo en un comunicado que asume la responsabilidad por su gestión e indicó que su marcha se programará teniendo en cuenta sus obligaciones institucionales y constitucionales.
El hasta ahora arzobispo, que previamente había descartado renunciar al cargo, explicó que, como es protocolario, pidió permiso para hacerlo al rey Carlos III, cabeza (no religiosa) de la Iglesia de Inglaterra, mayoritaria en el Reino Unido.
En su nota, Welby argumentó que cuando asumió el puesto en 2013 fue informado de que la Policía estaba al corriente de los presuntos abusos cometidos durante décadas por el líder de campamentos cristianos John Smyth, y que él «pensó erróneamente que habría una resolución».
