El pintor suizo Daniel Spoerri, destacado representante de las vanguardias de la segunda mitad del siglo XX y padre del ‘arte comestible‘ (‘Eat Art‘), falleció este miércoles en Viena, según anunció el Centro Pompidou, con el que colaboró en numerosas ocasiones.

Nacido en 1930 en la ciudad rumana de Galati, aunque huido con su familia a Suiza (el país de su madre) durante la Segunda Guerra Mundial, fue «un artista conocido por una obra única, en el cruce de caminos del arte y la vida misma», destacó el museo parisino en un comunicado.

Encuadrado en el movimiento artístico del ‘nuevo realismo‘, junto a colegas como Yves Klein o Jean Tinguely, se dio a conocer primero por sus llamados ‘cuadros-trampa‘ (‘snare-pictures’), con los que se propuso mostrar la fugacidad de la vida cotidiana y el poder emocional y plástico de los objetos más sencillos.

Muchos de ellos eran lienzos con platos, cubiertos y restos de comida que pronto evolucionaron a su característico «arte comestible«, las obras que le dieron más fama bajo su idea de que los alimentos tienen también vocación artística.