Otro de los casos más dramáticos de contaminación ambiental es un vertedero improvisado por años en Los Calizos, El Carretón, encima del canal de riego Marcos A. Cabral y que se extiende por al menos mil metros frente a esta fuente de agua.

El vertedero libera una densa y asfixiante cortina de humo, cenizas, un fino polvillo que invade las fosas nasales, que además se vierten a las aguas del canal, y llamas encendidas que amenazan desperdicios esparcidos por todas partes.

Al llegar a este lugar, cámara y libreta en manos, los buzos, las personas que colectan diversos materiales en basureros abiertos con algún valor comercial, sobre todo plásticos y metales, fueron abandonando poco a poco el espacio.

Según informó un comunitario de El Carretón a este reportero, en este lugar se lanzan diariamente sus desperdicios los ayuntamientos de las juntas distritales de Catalina, El Carretón, Pizarrete, Santana y Paya, en una mala práctica que contamina esta infraestructura de regadío.

Una señora de unos 30 años que vive próximo al vertedero, acompañada de una niña de 9 años, se tomaba un baño en este canal, y frente a ella este foco de contaminación que penetra todo el ambiente.

“Yo sé que esto aquí está contaminado, que hace daño, pero, qué puedo hacer, aquí es que tomamos el agua para lavar, bañarnos y otras cosas”, dice con pesar, y agrega: “Dígame usted, ¿qué puede uno hacer? ”