El insecto conocido como jején y el mosquito de la familia Culex son los transmisores del virus Oropouche, cuya circulación en varios países de la región está generando preocupación, motivando a que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitiera alerta epidemiológica en julio pasado.

Las manifestaciones clínicas del virus de Oropouche son similares a las causadas por el dengue, con presencia de fiebre alta y otros síntomas, pero el Oropouche tiende a provocar más manifestaciones neurológicas que hemorrágicas, estimadas en cerca del 4% de los casos, como ocurre con el virus del dengue.

Así lo explicó a Listín Diario el virólogo e investigador Robert Paulino, al destacar la importancia de la vigilancia epidemiológica, al recordar que la prevención depende del control de vectores y de medidas de protección personal, ya que no existe ningún tratamiento o vacuna específica.

Explica que el virus Oropouche (OROV) es un arbovirus emergente que causa la fiebre de Oropouche en América del Sur y Central, con más de 500,000 casos notificados y en su forma más reciente ha demostrado capacidad de expansión.

La mayoría de los casos habían estado en países como Brasil y Cuba, pero este año se han reportado también en cinco naciones de América: Brasil, Bolivia, Perú, Cuba y Colombia.