La federación de fútbol canadiense hizo este viernes un llamado a la FIFA para que no castigue a la selección femenina por el escándalo de espionaje con dron en los Juegos Olímpicos de París-2024, que provocó la suspensión de su entrenadora.

Bev Priestman, entrenadora de la  vigente campeona olímpica, fue apartada de los Juegos después de que se conociera que su auxiliar Jasmine Mander y el analista Joey Lombardi emplearon un dron para filmar un entrenamiento de Nueva Zelanda, una de sus rivales en la fase de grupos.

Kevin Blue, director ejecutivo de la federación canadiense (Canada Soccer), defendió este viernes a sus futbolistas asegurando que no habían visto ningunas imágenes registradas por drones y, por tanto, no deberían ser castigadas con la pérdida de puntos.