El experto en educación resalta que es preciso promover las competencias digitales y el acceso a la tecnología. Y adoptar el método STEAM en todos los niveles, para transformar el sistema

Socorro Arias

Durante su participación en el seminario sobre «La formación y el desarrollo profesional docente en el contexto de transformación de la educación: oportunidades y desafíos», Renato Opertti, presidente del Consejo Asesor de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) afirmó que los sistemas educativos de América Latina enfrentan grandes desafíos, y planteó 10 puntos claves para la transformación de la educación postpandemia, en el entendido de que el mundo anterior ya no existe.

En dicho evento, organizado por el Instituto Nacional de Formación y Capacitación del Magisterio (Inafocam), aprovechamos para sostener un intercambio con el especialista:

-Antes de la pandemia, los sistemas educativos de América Latina confrontaban una serie de dificultades, que se agravaron con esa realidad. ¿Qué soluciones pueden asumirse para tratar de revertir esta situación?

El mundo en general es uno antes y después de la pandemia. Entonces lo que uno no puede dejar de señalar, es que no es posible retornar un mundo prepandémico porque no existe, pero tampoco las respuestas que dimos entonces eran lo suficientemente robustas, fuertes y significativas como para revertir tendencias que, en la región, que no hemos logrado responder. Problemas de calidad de los aprendizajes en los que las alfabetizaciones son fundamentales, pues son la base de todo lo educativo; así como lengua, ciencias, matemáticas.

Hay una necesidad de repensarse, porque nuestros estilos y formas de vivir actual, nuestras formas de vincularnos, de relacionarnos también han cambiado y a la vez también vivimos en un mundo insostenible; o sea, nuestro estilo de vida es insostenible para las futuras generaciones. Entonces, tenemos un tema que ya no es solamente una discusión sobre la equidad y la calidad de la educación, sino sobre cómo la educación puede ser una herramienta, un canal, un instrumento para forjar un estilo de vida civilizatorio que nos permita una sociedad más sostenible«.