“La ciudad más limpia no es la que más se barre, sino la que menos se ensucia”
A raiz de la crisis que se ha presentado en el Ayuntamiento de Santo
Domingo Este (ASDE), uno de los más grandes del país, por el gran
desbordamiento y cúmulo de desechos sólidos, debido a la incapacidad que han mostrado sus
autoridades para su manejo, independientemente de las causas que lo provocaron, el
Gobierno Central, de manera correcta intervino al mismo, declarándolo de emergencia y ha
ido en su auxilio para evitar que dichos desechos provoquen plagas, enfermedades
infectocontagiosas, una epidemia sanitaria, además de la pandemia del Covid-19 que afecta
al país.
El proceso del manejo de los desechos sólidos comprende su recogida, transporte,
tratamiento, reciclaje, eliminación y fumigación de los vertederos improvisados. Los
vertederos a cielo abierto que están funcionado, como el de Duquesa, se han convertido en
grandes focos de contaminación y generadores de problemas de salud (enfermedades
respiratorias), por la gran humareda que provocan.
Si las crisis que se presentan se saben conducir, estas se pueden convertir en grandes
oportunidades. El señor Presidente de la República Luis Abinader está promoviendo una
alianza público-privada para la realización de proyectos de desarrollo en determinadas
provincias y municipios.
Considero que esta es una oportunidad para que a través de dicha alianza se instalen plantas
de procesamiento y reciclaje de desechos sólidos, como existen en los países desarrollados,
las que generarían cientos de empleos directos e indirectos, pero lo más importante,
se contribuiría a disminuir la contaminación del medio ambiente, de las aguas, del aire,
problemas de salud a los munícipes, perjuicio al turismo, así como a la imagen del municipio
y del país.
Para muchos países, los desechos sólidos ya no son un problema, sino una oportunidad de
negocios, pues se han convertido en materia prima para las empresas procesadoras de ciertos
productos industriales de grandes demandas.
Además, se debe iniciar una campaña de educación, motivación, orientación y
concientización ciudadana, de cómo clasificar dichos desechos: los orgánicos, cristales,
plásticos, metales, etc. para su fácil manejo, mediante incentivos, a través de la Federación
Dominicana de Municipios (FEDOMU) y de la Liga Municipal Dominicana, por medio de
programas de radio y televisión, volantes, etc. De ahí que una comunidad limpia no depende
solamente del servicio de la recogida de sus desechos, sino, de la educación de sus habitantes
para su mejor manejo.
También se debe aplicar un régimen de consecuencia para los que esparzan los residuos y
desechos sólidos en las vías públicas y para los munícipes que no cumplan con las
disposiciones establecidas.
Cuando se presente este tipo de situación en cualquier otro ayuntamiento, el Gobierno Central
debe actuar de inmediato a través de los Ministerios de Obras Públicas, de Medio Ambiente
y recursos Naturales, Salud Publica, el propio ayuntamiento, en coordinación con el
Programa de Proyectos Especiales de la Presidencia y declararlo de emergencia.
No se justifica que en pleno siglo XXI, con tantas tecnologías, maquinarias y equipos
modernos, los desechos sólidos no se estén aprovechando, en cambio, están arropando
nuestras ciudades, provocando enfermedades, epidemias, plagas de insectos y contaminación
y al medio ambiente. Ojalá que la alianza público-privada para la recolección de los desechos
sólidos sea una realidad. Que así sea.
El autor es Contador Público Autorizado
Máster en Relaciones Internacionales
Ex Diputado al Congreso Nacional
Ex Miembro de la Cámara de Cuentas de la República
