Las esperanzas de iniciar a tiempo la pretemporada del béisbol recibieron un nuevo golpe, tal vez definitivo.
Tras una hora de negociaciones el sábado, las Grandes Ligas presentaron su nueva propuesta a los abogados de los jugadores, aunque sólo tuvo un movimiento menor.
En el 73er día de un paro patronal que se ha convertido en la segunda mayor interrupción de labores en la historia de las Grandes Ligas, los clubes dieron al sindicato 16 documentos, con un total de 130 páginas, que abarcaban todas las áreas clave en la negociación.
Las Grandes Ligas insistieron en oponerse a cualquier aumento en el número de peloteros elegibles al arbitraje salarial o a una reducción en la compartición de ingresos.
El sindicato indicó que analizará la nueva oferta, antes de determinar cuándo y cómo responder.
Fue apenas la quinta sesión sobre temas económicos torales desde que comenzó el paro. Las partes siguen distanciadas en temas como el llamado impuesto al lujo, la compartición de ingresos y cómo atender las acusaciones hechas por los peloteros, quienes consideran que los clubes manipulan el tiempo de servicio de los agremiados.
La novena interrupción de labores en la historia del béisbol —y la primera desde 1995— comenzó el 2 de diciembre, tras la expiración del contrato colectivo que estuvo vigente durante un lustro.
Los campamentos de prácticas seguirán cerrados el miércoles, día en que los lanzadores y receptores debían comenzar sus entrenamientos para una temporada de 2022 que ahora está en vilo.
Difícilmente las Grandes Ligas reconocerán públicamente algún retraso en su calendario de actividades sino hasta que se vuelva evidente que los juegos de pretemporada no puedan comenzar en la fecha prevista del 26 de febrero.
El juego inaugural de la campaña está programado para el 31 de marzo, y los jugadores no comienzan a acumular salario sino hasta la temporada regular. Ante la necesidad de realizar entre 21 y 28 días de entrenamiento y el tiempo adicional que se requiere para reportarse y someterse a los protocolos contra el COVID-19, se necesitaría un acuerdo para finales de febrero o principios de marzo a fin de comenzar a tiempo.
