Por: Pedro Jovanny Pichardo.

Después de finalizadas las vacaciones de navidad, estaba previsto el reinicio del año escolar 2021-2022 de manera presencial. Los estudiantes emocionados esperaban con ansias ese momento tan significativo e importante para ellos, para continuar con el desarrollo de los aprendizajes.

Se recuerda que el año escolar anterior se vio afectado por la pandemia, lo que limitó la docencia al uso de la virtualidad.

Las clases de ese año escolar virtual dejó en evidencia que no es lo mismo cuando los estudiantes interactúan con sus docentes y compañeros de estudios de manera presencial, a cuando lo hacen a distancia y mediado por la tecnología. Curiosamente recibimos la desagradable sorpresa de que, supuestamente por la incidencia del COVID y los posibles contagios que sufriría la comunidad educativa, la Asociación Dominicana de Profesores (ADP)orienta a sus asociados a NO asistir a las aulas.

y continuar el desarrollo de la docencia de manera virtual.

La medida fue acatada, pero no apoyada por la mayoría de los maestros, quienes sienten lacerada su profesionalidad y su integridad como personas y como académicos.

A raíz de estas decisiones tomadas de manera unilateral por el gremio que agrupa a los Maestros, yo me pregunto:

¿Realmente se están aprovechando esos momentos de la virtualidad de manera efectiva? ¿Los aprendizajes de los estudiantes son significativos?.

¿Realmente en los Centros Educativos la potencial incidencia del COVID es significativa? ¿Los estudiantes están más protegidos en sus casas que en las escuelas?

¿Los docentes cumplen en la virtualidad con la implementación del Curriculum en la modalidad virtual? ¿Las estrategias y herramientas utilizadas por los docentes en la modalidad virtual favorecen los aprendizajes? La República Dominicana está adscrita al programa de evaluación internacional de estudiantes (PISA). Esta evaluación se realiza cada tres años, y los

resultados obtenidos históricamente han sido poco alentadores, por las bajas puntuaciones obtenidas.

Entiendo que no es momento de jugar a la política, ni tampoco de quererse congraciar con los que me pueden beneficiar en el ámbito político en determinado momento. Entiendo que de haber asumido una posición más responsable, los directivos de dicha asociación hubiesen quedado mejor parado ante sus Maestros, los alumnos que son nuestra materia prima y ante la sociedad misma. Valoremos y rectifiquemos la posición asumida porque, al hacerlo, nos convertimos en verdaderos héroes y patriotas. Debemos demostrar que nos importa más nuestra niñez, nuestros adolescentes y

jóvenes. Ellos son el futuro de nuestra Republica Dominicana.

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El autor de este escrito es licenciado en Educación, Técnico Distrital en el área de Matemáticas en el Distrito Educativo 06 – 04, La Vega Oeste.